EN INFORMOTO EDICIÓN 579 DEL 1 DE ENERO 2021 - HISTORIAS - HISTORIA DE UNA TRAICIÓN
Texto de Gabriel E. Tomich
03/01/2021

La pequeña moto aullaba en las largas rectas de Monza. Su estridente motor de dos tiempos contrastaba con el sonido más grave del 4T cuyo escape casi rozaba con su rueda delantera. Solo faltaba la Parabólica, la última curva del letal circuito italiano, y el corto tramo del rectilíneo principal hasta la línea de llegada, en la que aguardaba en alto la bandera de cuadros. Donde esperaba la gloria o la derrota.
Al dejar atrás la curva, Ernst Degner sacó a su moto de la succión, tomó la línea externa, la más cercana a los tifosi que bramaban en la tribuna a favor de su rival, Carlo Ubbiali, el ídolo local, el campeón mundial, y giró el puño derecho con fría decisión hasta el tope. Su MZ se sacudió y chilló mientras su motor trepaba al límite de las 13.000 rpm y aceleraba como un cohete.
Con el mentón incrustado en el tanque de combustible, sin permitir que ni un centímetro de su cuerpo quedara fuera del estrechísimo carenado, Degner apenas atisbó de soslayo por una milésima de segundo como dejaba atrás a su famoso contrincante y clavó la mirada, a través de los gruesos vidrios de las viejas antiparras y el mínimo plexiglás de la cúpula frontal de su humilde MZ de 125 cc, hacia su primera victoria en un Grand Prix.
¡Esos desarrapados comunistas de Alemania Oriental habían humillado al mismísimo Conde Domenico Agusta en su propia casa! ¿Cómo era posible que esa pobre moto con su ruidoso, grasiento y maloliente motor 2T le había ganado a la fina tecnología 4T italiana de MV, la Ferrari del motociclismo? ¿Quién podía haber hecho que poco más que un motor de cortadora de pasto ganara un Grand Prix?

(Ver la nota completa en la Edición nro. 579 de la Revista INFORMOTO DIGITAL)
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